Mata los microorganismos que causan infecciones en las vías urinarias e impide que éstas se propaguen.
Es diurética y depura la sangre.
Regenera tejidos, cartílagos y huesos.
Corrige problemas de hipertensión y atenúa los efectos de la diabetes, pues contribuye a reducir el azúcar en la sangre.
Sus hojas contienen vitamina A y C en alta proporción.
Facilita la digestión.
Reconstituyente y sudorífica, estimula la secreción de bilis.
Inhibe la tendencia al consumo de alcohol.
Desintoxica el hígado y alivia síntomas de enfermedades hepáticas.
Se recomienda para quienes padecen alteraciones del aparato digestivo a consecuencia de alguna disfunción estomacal o intestinal.
También, para quienes tienen enfermedades del hígado y de la piel motivadas por secreciones biliares anómalas.
Para preparar té como infusión: a una cucharada o puño de mano de hojas secas agregar una taza de agua hirviendo y dejar en reposo durante diez minutos. Pueden tomarse de dos a tres tazas diarias. Se emplea para purificar la sangre.
Para preparar té como cocción: a seis cucharaditas o pizcas de raíz machacada añadir un litro de agua; cocer a fuego lento diez minutos, colar y tomar un vaso en ayunas durante varios días.
Baños de asiento: preparar una tina con agua caliente y agregar dos puños de mano de hojas y flores secas.
Puede consumirse cruda, en ensaladas, o extraerse su jugo.
No administrar a menores de dos años.
No consumir en períodos prolongados