Potente antiinflamatorio.
Cuenta con efectos antioxidantes y anticoagulantes.
Se usa como tratamiento contra la artritis, ya que alivia los dolores articulares.
Estimula, regula y mejora el sistema inmunitario.
Normaliza el nivel de linfocitos.
Aumenta la fagocitosis, ayudando a que el organismo se regenere y funcione correctamente.
Tiene efectos anticancerígenos y antimutagénicos.
Reduce la hipertensión arterial.
Funciona como antiviral.
Relaja los músculos.
Es un antiespasmódico.
Evita la arritmia y las convulsiones.
Se trata de un antihistamínico natural.
Protege el hígado.
Reduce el riesgo de sufrir úlceras.
Contribuye a regular la glucosa en sangre.
Mejora la circulación.
Cura las infecciones.
Evita la degeneración neuronal y los problemas de memoria.
Mejora el funcionamiento del sistema nervioso central.
Ayuda a limpiar el aparato digestivo y procesar mejor los alimentos.
Alivia dolencias crónicas.
Puedes consumir uña de gato en forma de infusión, usando distintas partes de la planta para elaborarla. Se sugiere prepararla con 25 gramos de corteza y raíces en un litro de agua: Se deben hervir los ingredientes durante 15 minutos, retirar del fuego y dejar en reposo durante 10 minutos en un recipiente tapado; luego colar y beber". Además, recomiendan tomar el té de uña de gato cada ocho horas y entre las comidas.
La uña de gato se puede tomar en polvo para estimular el sistema inmunitario y mejorar las defensas de tu organismo. Se debe disolver una cucharadita en un vaso de agua para consumir este producto dos veces al día.
Encontrarás uña de gato en cápsulas o comprimidos.
También se puede encontrar en formato líquido para tomar en gotas. Se aconseja hacer tres tomas al día, de 20 a 30 gotas con un poco de agua o zumo de frutas.
No deben consumir uña de gato las mujeres embarazadas o que estén en periodo de lactancia, los niños y las personas con alergia a la planta. Tampoco pueden tomarla las personas que hayan recibido trasplantes de órganos o injertos de piel.