El té negro tiene propiedades antioxidantes, gracias a sus polifenoles, que ayudan a proteger las células del daño oxidativo y a reducir la inflamación.
También puede mejorar la concentración y la energía debido a su contenido de cafeína y L-teanina, y beneficiar la salud cardiovascular al mejorar la circulación y la presión arterial.
Además, contribuye a la salud digestiva, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y puede tener efectos positivos en la salud ósea y la salud de la piel.
Antioxidante:
Rico en polifenoles y flavonoides, combate el daño de los radicales libres, reduce la inflamación y el envejecimiento celular.
Mejora de la función cerebral:
Contiene cafeína y L-teanina, que estimulan la alerta y la concentración, y a la vez promueven la relajación y reducen el estrés.
Salud cardiovascular:
Puede ayudar a mejorar la función de los vasos sanguíneos, reducir el colesterol LDL ("malo") y mantener una presión arterial saludable.
Salud digestiva:
Los compuestos del té negro pueden equilibrar la microbiota intestinal, nutrir el estómago y facilitar la digestión.
Salud ósea:
Algunos estudios sugieren que su consumo habitual podría estar asociado con una mayor densidad mineral ósea y un menor riesgo de fracturas.
Salud de la piel:
Puede beneficiar la piel gracias a su contenido de antioxidantes y sus propiedades hidratantes.
Salud bucal:
El flúor que contiene puede ayudar a prevenir las caries.
Control de peso:
Tiene un efecto diurético y, como parte de una dieta equilibrada, puede ayudar a controlar el peso.
PREPARACIÓN:
Una cucharadita de te negro en hebras por taza. Dejar reposar 5 minutos.